El pasado 4 de febrero, se llevó a cabo una concentración en la Puerta del Sol de Madrid para reclamar que la antigua sede de la Dirección General de Seguridad (DGS) del franquismo, ubicada en la Real Casa de Correos, sea declarada como un lugar de memoria. Este edificio, que fue un centro de represión y tortura durante la dictadura franquista, marcó a muchas personas que se opusieron al régimen, incluidas personas LGTBIQ+ y mujeres vulnerables. La DGS fue el núcleo de la represión policial de la dictadura.

En el acto, alrededor de 22 personas brindaron estremecedores testimonios sobre las torturas que vivieron en la DGS. También hubo intervenciones de figuras como nuestro socio el profesor Ricardo Muñoz, el historiador Pablo Alcántara, autor de un libro sobre la DGS, y Antonia Jover, quien destacó el papel de las mujeres que apoyaron a los presos políticos. La policía impidió un intento de colocar una pegatina para resignificar el edificio, mostrando la resistencia actual a este reconocimiento.

La concentración subrayó la exigencia de que la DGS sea reconocida como un lugar de memoria histórica, algo solicitado desde 2023, pero cuyo trámite caducó en 2024. Las organizaciones memorialistas reactivaron el proceso mediante sus esfuerzos ante la Secretaría de Estado de Memoria Democrática, demostrando su compromiso para evitar que esta historia sea olvidada o tergiversada. 

En un comunicado final, se criticó el argumento del gobierno de Madrid, liderado por el PP, sobre preservar la «neutralidad y pluralidad» en torno a este tema, señalándolo como un intento de negar el pasado represivo del edificio. La lucha continúa para lograr que este espacio sea un recordatorio para las futuras generaciones y un reconocimiento de los sufrimientos vividos en aquel lugar.